Historia

El territorio estuvo habitado por los carpetanos, evitando la romanización de Urda y la posterior entrada de los árabes.  En época romana la Fuente Aceda o del Mozo, situada en los Yébenes, suministró agua a Consuegra a través de un acueducto de 24 km, que pasaba por Urda. También se ha comprobado que en el lugar donde estuvo el Sacro y Militar Convento de Santa María del Monte, aprox. A 7 kms, en la finca conocida como El Convento, en esta época existió una mansión romana, según se desprende de algunos restos hallados: inscripciones, relieves y columnas.

También hay restos de asentamientos visigodos. Lo que hoy es Ermita y Santuario del Santo Cristo de la Vera Cruz (Siglo XVIII) fue levantado sobre restos de un templo visigodo. Así lo demuestra una hilada de piedras con dibujos representativos colocada en la fachada delantera del actual edificio.

No se han encontrado restos árabes, pero ya estaba habitado durante la Reconquista, pues cuentan que con Alfonso VI, el libertador de Toledo, los urdeños formaron un cuerpo de ballesteros y peones de los que el mismo rey se sentía orgulloso. En 1081 recibieron el mismo Fuero Real de Toledo y título de lealtad. Alfonso VI fue, pues, quien reconquistó estos territorios, terminando así con la larga ocupación árabe. Alfonso VIII será quien consolide para siempre estos terrenos al derrotar a los almohades en 1212 en la batalla de las Navas de Tolosa y aquí fue donde las gentes de Urda se volvieron a cubrir de gloria, si hemos de hacer caso de las palabras del arzobispo de Toledo Don Rodrigo Ximenez: “E fueron los montañeses tan valerosos que las gentes de Urda trajeron las cabezas de cuatro sarracenos, por lo que, a la cruz de las Navas, agrego a sus armas cuatro medias lunas abatidas de azur”.

La consolidación de las conquistas cristianas después de esta victoria alejó de esta comarca la guerra y sus consecuencias, y, en la primera mitad del siglo XIII, los frailes de la orden de San Juan realizaron, pacífica y paulatinamente, la repoblación del vasto territorio. Tomaron como sede Consuegra. Después de sufrir una serie de de reestructuraciones  delimitaciones con las órdenes de Santiago y Calatrava, y con el mismo arzobispado de Toledo, el Gran Priorato quedaba formado por: Consuegra, Madridejos, Camuñas, Herencia, Villafranca, Urda, Tembleque, Villacañas, Quero, Alcázar, Argamasilla de Alba, Villarta, Arenas y Los Yébenes, y los castillos de Consuegra, Peñarroya y Guadalerzas. Urda carece de carta de población, pero se la nombra en una concordia habida entre las órdenes de Calatrava y San Juan en 1232, como aldea de Consuegra perteneciendo por tanto a la orden de San Juan.

Posteriormente en 1557 se le declara villa separándose por tanto de Consuegra: Acude al Real Consejo de Hacienda con una petición que se vio apoyada por el Gran Prior, a la sazón Don Fray Diego de Toledo: “El lugar de Urda se compone de 200 vecinos, y estos padecen muchas vejaciones de la justicia desde Consuegra. Suplicamos, por todo ello, que se nos despache el privilegio de villazgo”. Como consecuencia se ordenó que la villa de Urda tuviese media legua de término alrededor de ella donde poder ejercer jurisdicción, aunque podía seguir utilizando las tierras que se hallaban fuera de este término, si eran de la Orden de San Juan. Poco duró el gozo y disfrute del amplio término concedido, pues en 1566, reinando Felipe II, se revoca y anula la anterior concesión, quedando otra vez reducida a la media legua inicial. Desde entonces y durante 200 años la constante de Urda va a ser una lucha legal y jurídica para ensanchar sus dominios, conscientes de que sólo librándose de la excesiva influencia y poder de Consuegra podría llegar a ser villa importante en esta comarca.

            Las principales características de Urda en el siglo XVIII las podemos extraer de los catastros del marqués de la Ensenada (1752) y del cardenal Lorenzana (1786):

  • Urda fue aldea de Consuegra hasta el año 1567 en que se separó y se constituyó en villa.
  • Que tiene por armas un castillo y sobre él un nogal.
  • Que tiene 512 vecinos, que equivale a aprox. 2100 habitantes.
  • Que además de la Parroquia, hay tres ermitas, Santo Cristo, Concepción y San Antón, pero ésta última está arruinada.
  • Que cosecha como cinco mil arrobas de vino y mil arrobas de aceite.
  • Que es mucho el carbón de “humo y brezo” que se fabrica y trafica.
  • Que hay dos canteras de mármol (jaspe, blanco y negro).

Un documento de finales del siglo XVIII afirma que los comienzos del poblado fueron colmeneros. Con la explotación extensiva de las colmenas debió ir la de la caza.

La segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de los acontecimientos de las primeras guerras de la Independencia y Carlistas, luchas entre absolutistas y liberales, da lugar a que aparezca la figura del bandolero: Hombre que conoce a la perfección el terreno que pisa y que, con frecuencia, recibe el apoyo de otros, pastores y carboneros, que, comulgando quizá con sus mismas ideas, no han sido capaces de “echarse al monte”. Urda, montaraz y retirada, lejos de las vías de comunicación del centro de España, emboscada en los Montes de Toledo, fue escenario de estas andanzas y desventuras de los bandoleros. Así se citan, el peligroso “Castrolas”, “Los Longinos”, “El Cleofé” y los famosos “Juanillones” o “Gabino Serrano”, que también anduvo por estas tierras.

Más información en el libro: "Urda, del ayer al mañana. Aproximación a su Historia" de Mariví Sánchez

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